La obra de Teatro Clown, dirigida por El Gran Ticlop pone a Sofía Zapata como única intérprete bajo las luces del escenario del teatro Malayerba.
Con Sofía Zapata fue así: yo buscaba profundizar en el perfil de Sozapato, su seudónimo de ilustradora ecuatoriana, y me encontré con que tiene tanta creatividad y sabiduría que transmitir, que una expresión artística no le basta. En el teatro Malayerba Sofía fue la voz y forma de Clavija Posponia (personaje en el uni-personal Anacoreta), a quien no hemos de olvidar.
De payasos lo poco que sé se limita a “Reír llorando” sobre Garrick. Ahí supe que ellos/as también podían sentir tristeza. Y en esta obra de Teatro Clown dirigida por El Gran Ticlop, me encontré con un personaje transparente, a pesar de su disfraz de zapatos grandes y clásica nariz roja. Transparente y cargando el peso del pasado, como todos nosotros.
Empieza así. Clavija Posponia entra a escena cargando miles de maletas, pero ya no oculta su bagaje y deja claro que no quiere guardarse sus historias solo para ella. Con humor desenmascara a los personajes y eventos que han sido sus limitaciones, entre ellos el hombre que juzga a su imaginación o la madre que “vela” por sus intereses. Uno a uno, se va liberando de conceptos que han entumecido su existencia en el camino por la vida. Clavija deja su pasado a un lado para por fin continuar ligera de equipaje.
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Esta obra tuvo su última función el domingo 8 de julio. Esta reseña la he escrito para aplaudir la iniciativa, la producción y los mensajes que El Gran Ticlop desea transmitir y para que tomen en cuenta sus siguientes producciones que, de seguro, no decepcionarán.
Sigan a Chalata Teatro Clown para informarse de sus futuras producciones.
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