Un Ecuador mágico desde los ojos de la fotógrafa neoyorquina Karen Miranda será exhibido en Miyako Yoshinada, Nueva York. “In the mouth of the mountain jaguar everybody is a dancing hummingbird” (En la boca de la montaña jaguar todos somos colibríes danzantes) revive su niñez en la provincia Bolívar y los paisajes andinos.
Dimos con esta artista por un artículo de The New York Times publicado el 4 de enero donde se refieren a su trabajo como “una vista del realismo mágico del Ecuador”. Sus fotografías hacen alegoría a instantes de su niñez que ahora intenta ver con una mirada más fresca: una “limpia” con huevo, unos paisajes verdes, cóndores y granjeros.

Con paciencia y real interés por las personas que se convertirían en sus sujetos, Karen logró sumergirse en la cotidianidad de los individuos que vemos en sus fotografías. Logró conectar las intenciones de su proyecto con la identidad de quienes abrieron sus hogares, rincones favoritos y sitios de trabajo para ser retratados en su más pura esencia.
Pueden revisar este proyecto aquí.
SOBRE LA FOTÓGRAFA
Karen Miranda Rivadeneira nació en 1983 en Nueva York pero creció en Ecuador. Estudió pintura en el School of Visual Arts en Nueva York, regresó a Ecuador donde trabajó en el diario El Comercio como fotógrafa documental. A partir de su trabajo en ese medio, consiguió una beca para fotoperiodismo en el Danish School of Journalism.
Ahora, a sus 34 años, es una fotógrafa con muchos reconocimientos en su haber. Premios como el Wurlitzer Foundation Grant, NYFA, Real Art Ways, New Works Photography Fellowship de En Foco. También fue nominada al Greenpeace Photo Award del 2016 por su trabajo con la comunidad Waorani.
Tuvimos la oportunidad de hacerle unas preguntas, aquí nuestra corta pero interesante conversación.
¿Cómo definirías el storytelling? Qué tiene de único la fotografía para contar historias que no tengan otros medios o herramientas?
Storytelling es un acto social, cultural y personal de compartir a través de historias, emociones, visiones, sensaciones, y relaciones. En lo personal me encanta escuchar historias, poder ver cada una como una película en mi mente, y algunos momentos congelarlos y entrar más en ellos, aquí es donde la fotografía obtiene su gravitas. En un storytelling, la fotografía tiene la particularidad de congelar el pasado y el futuro y aislar todo a un momento definido por el autor, expresando toda una historia en un rectángulo/cuadrado (foto) y este a su vez crea aun más instantes, entonces la narrativa se vuelva como una rosa que infinitamente se abre.
Leí que trabajaste en El Comercio y después estudiaste fotoperiodismo. Ahora que trabajas en proyectos más íntimos y de identidad, ¿tienes planes de regresar al periodismo y si es así, a dónde quisieras ir?
Muy pocas veces tengo algo definido de esa manera, más bien encuentro situaciones y luego veo cómo puede crear historias en esa situación. Muchas veces cuando no existe el impulso externo de visitar alguna comunidad, o hacer imágenes, pinto y es en ese espacio que puedo reorientarme en el siguiente proyecto…

Las relaciones de confianza que has entablado con tus sujetos, tanto en tu último proyecto como con los Waorani, no son fáciles de lograr. ¿Cómo ha sido tu proceso para integrarte, junto con tu cámara, y conseguir que no se rompa la naturalidad de sus gestos?
Cada relación necesita una atención única, lo primero para mi es ver la dinámica del grupo / comunidad / tribu / sociedad, ser muy atenta a lo que hay, sin esperar irme con algo, he pasado meses en una comunidad sin tomar una foto, y creo que es ese tipo de desapego hacia el medio pero a la vez compromiso con el proyecto que me hace integrar de otras maneras con mis sujetos y le da forma a las imágenes que hago.
¿Cómo se diferencia tu conexión con Ecuador y Nueva York? Mucho de lo que he visto, (tal vez me equivoque), es que traes el pasado ecuatoriano al presente en Nueva York, principalmente por ser donde expones tus trabajos. ¿Hay algún proyecto que sea del modo contrario?
He vivido casi toda mi vida entre los dos lugares, y la manera como se han abierto estas puertas ha sido parte del proceso de ser artista en estos tiempos globalizados y de hiper conectividad. Hay muchas personas que les gusta mi obra y he tenido contactos con ellos por años y nunca los he visto, por ende no es que traigo mi obra a NY, yo llevo mi obra a donde vaya, pareciera que NY es donde presento más mi trabajo pero no es así, Europa, en particular Francia es un lugar donde he tenido más exposiciones y oportunidades.
El trabajo que quizás difiera del resto sería Objetos de Transportación, aunque todos coinciden en el storytelling.
Qué planes o proyectos hay para este año?
Ahora estoy haciendo bastante cyanotipos, y siento que todo el 2018 será azul.
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