A partir de los movimientos revolucionarios que se gestaban alrededor de América, en 1814 José de Antepara, José Joaquín Olmedo y José de Villamil llegaron a Guayaquil a promulgar entre los guayaquileños, no solo un cambio en autoridades, sino cambiar la estructura política y social de América.
A pesar de un buen inicio de campaña por Bolívar y San Martín que motivaron a los guayaquileños para emprender por su libertad, los generales se vieron eventualmente debilitados: San Martín en el sur y Bolívar estancado en Colombia sin poder pasar a Guayaquil. Desde Lima, llegaron los oficiales venezolanos del batallón “Numancia”: León de Febres-Cordero, Luis Urdaneta y Miguel de Letamendi. Sus trayectoria revolucionaria motivó a los guayaquileños, quienes los invitaron a quedarse, conscientes de la fuerza y apoyo ideológico y de armas que significaba su estancia.

HACIA LA INDEPENDENCIA DE GUAYAQUIL
En su casa del Malecón, Ana Garaycoa y José de Villamil ofrecieron una fiesta cuya lista de invitados incluía a los conspiradores que podrían respaldar la emancipación. José de Antepara los reunió en un cuarto bajo juramento de reunión secreta, a la cual nombró “La Fragua de Vulcano” donde decidieron que el 9 de octubre procederían con la revolución a primeras horas de la mañana.
Entre los presentes se encontraban Antonio y Francisco Elizalde, Luis Fernando Vivero, José de Villamil, Lorenzo de Garaycoa, José de Villamil, Francisco de Paula Lavayen, Baltazar García, el Cmdte. José María Peña, don Manuel Loro, Pedro Sáenz, Francisco Oyarvide, Francisco Marcos, José Rivas, José Correa, Lorenzo de Garaicoa, Guillermo Bodero, Agustín Franco, José Hilario Indaburu, Ciriaco Robles y los venezolanos Febres-Cordero, Letamendi, Urdaneta, Escobedo.
Fuente: Guayaquil es mi Destino
Iniciaron la revolución sin un comandante nombrado, a pesar de que el liderazgo fue ofrecido a Jacinto Bejarano, José Joaquín Olmedo, Rafael de la Cruz Jimena y Febres Cordero. El líder se escogería después.
9 DE OCTUBRE DE 1820
Las primeras horas de este histórico día, en secreto pero guiados por un ¡Viva la Patria!, todos los implicados llegaron al Cuartel de Granaderos (abajo de la Casa del Cabildo) para recibir sus cargos y misiones. Febres-Cordero y el Capitán Nájera, fácilmente se hicieron del Cuartel de la Brigada de Artillería. Antepara y Urdeta guiaron a su grupo para tomarse la batería “Las Cruces” y el Cuartel “Daule”. En este encuentro murió Joaquín Magallar en un intento por detener la revolución.
Procedieron a capturar al Gobernador de la Ciudad, don Pascual Vivero, al Jefe Militar de la Plaza, Coronel Benito García del Barrio y el resto de jefes militares. Esa mañana los guayaquileños se levantaron a admirar la bandera albiceleste erigida independiente en la ciudad.
Fuente: Sinmiedosec
Las comunicaciones de esta nueva libertad se enviaron a Quito y Cuenca y a Bolívar ese mismo día, quien envió refuerzos para mantener la libertad guayaquileña. Mientras tanto, José Joaquín Olmedo tomó el cargo de Gobernador Civil de la Plaza y procedió a firmar el Acta de Independencia de Guayaquil, declarándola “en entera libertad para unirse a la grande asociación que le convenga de las que se han de formar en la América del Sur”, sumando al puerto al camino a la Independencia de nuestra actual Patria.
HACIA LA INDEPENDENCIA DE ECUADOR
Fuente: GLOGSTER, maiteusi
El 15 de mayo de 1821 la Junta se declaró bajo la protección de Colombia, con la ayuda del enviado de Bolívar, Antonio José de Sucre. Con el General continuaron su lucha independentista, aunque ésta se vio debilitada en Huachi y en Tanizagua. A pesar del refuerzo grancolombino, sufrieron una nueva derrota, lo que les obligó a reorganizarse y emprender nuevamente desde el Sur, comandados por Sucre quien recibió la ayuda de los pueblos interandinos.
Finalmente, el 24 de mayo de 1822, la batalla final, la Batalla del Pichincha contra las tropas del mariscal Melchor de Aymerich, termina en una victoria. Es en este momento que se consagra la independencia total de nuestra actual Ecuador, con la intervención de líderes y hombres de varias regiones. A pesar de las divisiones de partidos, se solicita la incorporación a Colombia, el Colegio Electoral declaró a Guayaquil restituida el 31 de julio del mismo año.
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