Muchos siguieron el camino del equipo Fulacolite hasta la meta: en el video de su llegada marcaron las 7 horas, 39 minutos, 50 y algo segundos. Los 2 kilómetros de nado Gaby fue en un kayak, los 90 de la bici lo hicieron con una bici especial que trajeron de Alemania, y los 21 km de trote con una silla para carretera empujada por Roberto.

La campaña para “acolitar” resultó en el auspicio de Salud S.A. como principal entre muchos que ayudaron para su entrenamiento, preparación y para conseguir los equipos.

Esto es un resumen para resaltar que todo es posible, es “querer, de verdad, hacer lo que quieres” (para parafrasear a Gaby en una de sus entrevistas). En su historia resalta una parálisis cerebral, condición que la ha retado a conseguir lo que ha querido pero que no le ha parado en intentarlo y lograrlo.

En su gran red de apoyo de familia y amigos ha contado con su hermano Roberto quien comparte su pasión por deportes, aventura y arte. Ella es pintora, él, fotógrafo. Ambos han cruzado varias metas y han sumado el IronMan a su lista, logro que quieren usar para incentivar la inclusión a personas con discapacidades y para demostrar que todo es posible.

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