(Nota: Fuente portada inicio: Revista Cuenca). Los patriotas que liberaron a Cuenca la independizaron dos veces. De estas dos solo celebramos la primera rebelión contra las autoridades españolas.
3 y 4 DE NOVIEMBRE DE 1820
Impulsados por la proclamación de independencia de Guayaquil, el teniente de infantería Tomás Ordóñez toma la primera iniciativa para alzarse contra los españoles, pero esta es sofocada en la Plaza Central. Esto obligó a los patriotas a organizarse y buscar el apoyo del gobernador Antonio Díaz Cruzado. Pero una vez más, el intento se vio comprometido cuando se llevaron preso al Gobernador a Quito a cuenta de este pacto con los rebeldes.
A cargo quedó el Jefe de los Patriotas, José María Vázquez de Noboa, quien asumió el apoyo al pacto y formó parte del plan que se llevaría a cabo el 3.
Para que funcione el plan de liberación era completamente necesario abastecerse de armas. Procedieron entonces a desarmar la escolta militar y a seguir las direcciones de Tomás Ordóñez. Una vez agrupados en la Plaza de San Sebastián, junto a ciudadanos y simpatizantes, declararon la independencia de Cuenca. Al siguiente día los realistas españoles cedieron sus armas y el gobierno al nuevo mando independiente de la provincia. Todos los festejos siguieron el camino por la calle de La Victoria (ahora Juan Jaramillo) hacia la Plaza Central.

Una vez asegurada su victoria, se convoca el Consejo de la Sanción, el 8 de noviembre del mismo año. En esta reunión elaboran un Plan de Gobierno para declararse como República de Cuenca, presidida por José María Vázquez de Noboa.
LA REPÚBLICA DE LOS 42 DÍAS
El 20 de diciembre surge un nuevo enfrentamiento entre realistas y patriotas. Las fuerzas españolas vencen en Verdeloma fácilmente: 600 soldados liderados por el Coronel Francisco González ingresaron a Cuenca a arrebatarles la libertad después de dejar a más de 200 patriotas en el campo de batalla y dar fin a la República de Cuenca. Por un año, los patriotas que consiguieron momentáneamente la independencia, fueron amedrentados y reprimidos. Los españoles tenían de nuevo el poder.
LA SEGUNDA INDEPENDENCIA DE LA MANO DE SUCRE

La amenaza de la llegada del General Antonio José de Sucre a Cuenca lleva al Coronel González reclutar por la fuerza a varios hombres cuencanos de todas las edades en nombre de la Corona Española.
El 21 de febrero de 1822 llega Antonio José de Sucre a una Cuenca que ya había sido saqueada y abandonada por el ejército realista. Sucre, junto a Abdón Calderón y Tomás Ordóñez, reclama de nuevo la Independencia de Cuenca respaldado por un ejército de unas 22,000 personas. Una vez manejada la situación, retoman su camino hacia la Batalla del Pichincha.
SUSCRÍBETE A NUESTROS NEWS DE HISTORY